Mientras estoy leyendo el periódico en un banco del parque me distraen unos pasos que se acercan rápidamente dónde yo estoy. Mi atención se centra ahora en un hombre que camina a toda prisa y no deja de mirar hacía atrás. A estas horas no hay nadie en el parque y es por esto justamente que es la hora que elijo para venir. Casi nunca pasa nadie delante del banco que siempre elijo para leer tranquilamente mi periódico y digo mi periódico porque es mío. Soy el propietario y cómo tal me gusta saber cómo funciona mi negocio pero volviendo al hombre que se acerca debo decir que acaba de llegar al banco dónde estoy sentado. Jadea y esta sudoroso y lo primero que me llama la atención son sus rasgos. Es oriental. Sin mediar palabra el hombre se sienta junto a mi y acto seguido se encoje para ocultarse detrás de mí. Lo miro sin saber que decirle y sin saber si me entenderá aunque la situación es bastante surrealista cómo para quedarme indiferente y no hacer nada. Cuando me fijo mejor en él, al momento, me quedo de piedra. No puede ser, es él, el oriental que parece esconderse de alguien o algo en este parque desierto, es alguien importante en mi vida aunque él no lo sabe. Por un momento mi cabeza duda, no puede ser él, él no estaría aquí ni en esta situación, él es alguien con las rutinas bien marcadas y esto sale de su hacer normal más que cualquier otra cosa. No salgo de mi asombro y por mucho que lo miro intentando convencerme que no es él, es él. Sin duda es él. Ahora el hombre parece estar más tranquilo y parece que va recuperando un poco de aliento aunque no deja de mirar hacía todas partes en busca de algo que ignoro en todo momento. No me atrevo a preguntarle nada porque estoy tan impresionado por su presencia que me he quedado sin palabras y siento cómo mi gran curiosidad por él, de repente y por falta de palabras, ha finiquitado sus siete vidas. Es él y ahora mismo esta a mi lado. Llevo años intentando acercarme a él pero durante todo este tiempo mis intentos han sido en vano, él es un hombre de firmes convicciones y ni yo ni mi equipo hemos podido doblegarlas. No salgo de mi asombro por mucho que lo esté mirando de este modo tan descarado y con tanta falta de consideración a pesar de saber que no le gusta sentirse observado ni ser centro de atención pero esto es algo que ni él mismo puede evitar. Cuando por fin me decido a preguntarle si puedo hacer algo para ayudarle, este hombre tan admirado por mí se levanta y sin mediar palabra se aleja a toda prisa. No reaccionó y antes de poder pensar en algo éste ya ha desaparecido de mi campo visual. Me maldigo por haber sido tan torpe y no haber sido más audaz cuando he estado junto a él aunque esto no es ninguna novedad en mi vida porque cuando las situaciones me sobrepasan, cómo ha sido en este caso, reconozco que me vuelvo torpe por naturaleza. Me resulta extraño haberlo visto en esta situación y con ese aspecto tan alejado de su porte normal pero cómo le pasa a los grandes y él es un grande para mí, sus vidas corren paralelas a sus obras y esta excéntrica situación se hubiese podido sacar de cualquiera de sus obras. La verdad es que quién lo lee por primera vez se impregna rápidamente de su mundo lleno de surrealismo y es capaz de convertir de la noche a la mañana cualquier situación cotidiana en una aventura fuera de control y de toda comprensión, suena raro pero es así. Me hubiese gustado charlar con él aunque fuese de un modo informal aunque esta situación no ha sido la idónea para poder hacerlo. Después de esta experiencia tan inesperada y grata no puedo seguir leyendo mi periódico porque me encuentro un poco aturdido con esta confusa situación que acabo de vivir. Era él, de eso estoy seguro pero no actuaba cómo él y en muchos aspectos no parecía él pero era él. Lo puedo asegurar ante quién sea aunque sé con absoluta certeza que esta historia que acabo de vivir no la podré explicar a nadie sin que crean que es fruto de mi imaginación. Era él, de eso estoy seguro. Todos conocen mi admiración por él y por lo que es capaz de hacer con sus letras y todos los que me conocen pueden afirmar sin titubeos que es uno de mis escritores preferidos. Sin duda ha marcado los últimos años de mi vida y espero que los siga marcando junto a muchos otros que irán apareciendo y que dejarán en mí una huella imborrable cómo lo ha hecho él y sus magnificas obras.
Por hoy ya esta bien de leer mi periódico y de parque. Me voy a casa a darme una ducha y a escribir sobre lo que me ha sucedido y aunque haya sido una vivencia surrealista y confusa, ha sido con él y para mí esta ha sido una de las mejores experiencias que he tenido en la vida. Salgo del recinto con la certeza que al parque ya no le volveré a llamar por su verdadero nombre por muchos días que venga a él a leer mi periódico o simplemente a pasear sino que a partir de hoy mismo y sólo en lo profundo de mi ser lo llamaré por el nombre del hombre que hoy me ha hecho vivir una de las experiencias más asombrosas y poco creíbles de mi vida sin tan siquiera mirarme ni abrir la boca. Un maestro a todas luces y en todo momento o esto al menos es lo que yo creo.
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