La indiferencia
hace fuerte al más tonto,
le gritan los niños
tan pronto lo ven llegar,
y él,
un ser sin sombra ni alegría,
hace oídos sordos y sigue su camino.
Quiere
que su anonimato siga vigente,
desea que no lo conozcan,
que no lo saluden
y que no lo interrumpan.
Es una solitario,
vive en la autosuficiencia
y esta cargado de motivos
para seguir así.
Avanza tristemente
sin saber a dónde ir
y
olvida los pasos dados.
Cómo todo el mundo sabe,
la indiferencia
hace fuerte al más tonto
y él,
no es una excepción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario