El Silencio
se fue de mi vida,
se fue
sin avisar,
sin mirar atrás
y
sin dejar de sonreír,
se fue
sin decirme adiós,
sin palabras ni despedida
ni imagen última que recordar,
se fue
cómo mi buen amigo,
siendo el único sabedor
de mi falta de espíritu
y
de mi acabada esperanza,
se fue
y todo cambió en mi interior,
los momentos vividos se agrietaron
y
finalmente saltaron en pedazos,
me quedé atónito,
más que eso,
me quedé huérfano
ante todo
y
ante todos.
El Silencio
se fue de mi vida,
se fue sin avisar.
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