¿Cómo ganaste al Hombre para tu bando?
Fue
fácil, le hice creer que podía poseer algo
más que a sí mismo.
¿Pero si él ya era importante por sí mismo?
Eso nunca lo ha sabido, ni aún a día de hoy.
¿Lo liberarás algún día?
Si lo hago, desaparecerá.
¿No podrá vivir sin ti?
Tú no existías en su nacimiento, él era frágil y sin mí poco
hubiese podido avanzar.
Entonces, ¿a ti te debe todo?
Eso diría yo.
¿Y porqué no reclamas tus derechos sobre ellos?
¿Qué ganaría yo entonces?
Poder, un poder tan grande y eterno cómo tú mismo.
Eso ya lo tengo.
¿Pero si allá dónde viven no se habla de ti?
Claro que si. Todo el día y a todas horas. ¿Acaso tú no lo ves?
Creo que el Hombre ha demostrado en toda su historia que sólo sabe
masacrar todo aquello que se interpone a sus superfluos deseos. Con
ello ha sesgado millones y millones de vidas que han sido utilizadas
en el juego macabro de unos pocos. Eso es lo único que sabe hacer el
maravilloso Hombre. Sólo desea dinero y riqueza, posesiones y más
posesiones, tan simple como subjugar hasta la miseria a los más
indefensos. Siempre ha sido así y siempre será. De ti no saben
nada, de dinero, codicia y avaricia, mucho.
¿Y quién crees que creó el dinero, la codicia o la avaricia?
Con esto conseguiste ganártelo, ¿no?
Fue
fácil, le hice creer que podía poseer algo
más que a sí mismo.
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