Nazi-Hare
Krishna, Hare Krisna-Nazi difícil elección sí el que elige es
un idiota consumado. No es una opinión lo que aquí dejo, no es
tampoco una afirmación, es la consumación evidente y patética de
una duda idiota de idiota. No hay más, uno es idiota cuando se
pregunta sí es mejor ser un nazi o un hare krishna. Como no podía
ser de otra manera, el idiota consumado no se pregunta si existe vida
entre estos dos polos, ¿para qué? Los idiotas suelen pensar
en otras cosas, en cosas que casi nunca expresan, simplemente porqué
no saben hacerlo. La concatenación de sucesos es asombrosamente
estéril en personajes como
éstos, sus esfuerzos acaban una y otra vez en saco roto y él ni
parece enterarse. No hay que creer que vive en las nubes o cosas por
el estilo, el idiota suele tocar de pies al suelo y es por eso que al
final pasa lo que pasa. Cualquiera de nosotros sentiríamos
vergüenza, dolor, rabia y pena, mucha pena por nosotros mismos pero
al idiota esto no le pasa, en verdad no le pasa nada, nunca, y ese
conocimiento que nace de la experiencia y que a tantos nos sirve, a
él no. Por eso mismo lo expresado aquí no es una opinión ni una
afirmación a la ligera, como he manifestado antes es la consumación
evidente y patética de actividad diaria en la vida de un idiota. No
me queda más que decir de un personaje
cuyo dilema actual es el antes anunciado. Una absoluta idiotez de
manos de quién sí alguna vez recupera la cordura esperamos que no
recuerde. Casos parecidos se han fechado y la verdad es que nadie
sale indemne. Añadir que se ha detectado en todos los casos fechados
síntomas comunes y el más peligroso e imprevisible de todos ellos
es el delirio. Cuando alguien delire a vuestro lado, lo mejor es no
perderle de vista mientras estéis con él y salir huyendo tan pronto
podáis, es un consejo de alguien a quién el delirio lo cogió
desprevenido porque un pariente mío, para ser exactos un primo
segundo que era un enano bastardo, era idiota, un idiota consumado de
esos que solo salen cada tres generaciones y que cuesta diez en
olvidarlos, uno de esos que se hace difícil mirarles a la cara y no
reírse, pues ese tipo un día se fue delirando al pozo del pueblo y
tiró a una pobre cabra al interior simplemente porqué quería
escuchar como sonaba una cabra al caer al agua. Tiempo después me
enteré que más de uno lo quería linchar ya que había echado a
perder la cosecha al contaminar el agua. Sus padres me echaron la
culpa a mí porqué yo estaba al cargo de su cuidado y es que en mi
tierra la tradición manda que siempre tiene que haber una persona
que vigile al idiota, básicamente para que no rompa ni destroce
nada. Debo aclarar que este último caso es de baja intensidad en el
Delirium pero la duda
sobre sí ser nazi o
hare krishna es la
mayor idiotez que he escuchado en mi vida, tan solo al alcance de un
idiota consumado. Hay veces que para más de uno es mejor no salir a
la calle. Suena discriminatorio y en este caso lo es. Nada puedo
alegar en favor de este personaje,
sacado de una vergonzosa y dolorosa realidad, y dibujado a impulsos
verdes y grises, grises y verdes, verdes y grises, grises y verdes,
verdes y grises... una combinación que me seduce, que me ayuda, que
me tranquiliza, que me reporta a unas lejanas sensaci...
… ¿Ahora
quién escribe, el idiota o yo?
:) Me quedo asombrada de la fuerza con la que has descrito al idiota...
ResponderEliminarDejando de lado si uno es idiota o no. Nada se debe comparar con nada. Porque todo es diferente.Los hombres somos únicos, no comparables con otros, pues nuestras vivencias han sido diferentes, entre otras cosas.
Un beso desde un lugar donde reina la incertidumbre.
Es bueno autoafirmarse cuando algo tienes claro en la vida...
ResponderEliminarGracias Misterio por tus palabras, siempre acertadas, siempre delicadas...
Besos desde la inquietud