Un día el niño de ojos
mariposa llega a las puertas de un desconocido País. Nunca ha
llegado tan lejos, nunca hubiese creído que sus pies raíces lo
llevarían hasta allí. Sus ojos mariposa, al son de su propia
melodía, aletean creando su propio país, su propio camino hasta que
el niño de ojos mariposa ha llegado a las puertas de este
desconocido País. No se lo piensa más que lo necesario y avanza,
primero con paso firme luego corriendo tan aprisa como sus pies
raíces le permiten y un poco más tarde aleteando por este nuevo y
desconocido camino. En su nuevo devenir el niño de ojos mariposa se
posa a descansar sobre una enorme flor, es mucho más grande que
cualquier árbol en cualquier otra tierra que haya visitado, sus
dimensiones son colosales. Sus enormes pétalos son tan grandes como
todos los tejados de una casa y en sus hojas se puede construir un
poblado entero. Mientras aletea se divierte con pequeños seres que
revolotean junto a él con sus cuerpos delgados y flexibles. Sus alas
se mueven a la velocidad del rayo y su agilidad en el aire es
asombrosa. Durante un tiempo el niño de ojos mariposa avanza con
ellos pero un poco más tarde se vuelve a quedar solo, atrás han
quedado las descomunales flores y los extraños animales, al menos
por un tiempo. El niño de ojos mariposa piensa sí allí podrá
encontrar a otros niños de ojos mariposa pues en toda su vida no ha
encontrado a ninguno. Esto no lo apena porque ha aprendido que todos
somos diferente de un modo u otro. Le fascina la idea de conocer
otros ojos alados como los suyos. Es una fantasía que aviva el color
de sus ojos y el aleteo de su mariposa, es una ilusión que despierta
las raíces que habitan en él y es una buena razón por la que su
vida no deja de cambiar y cambiarse. Siente que no necesita demostrar
nada a nadie. No cree en dogmas ni en templos porque tampoco cree en
la vida ni en la muerte, es uno de esos seres díscolos que no tienen
una definición clara. Ojos mariposa y pies raíces, fantasía y
razón, éstas son algunas de las cosas que se pueden decir del niño
de ojos mariposa a sabiendas que esto es apenas una pincelada. Se
alimenta de algo mucho más sutil que su propia existencia, algo que
pertenece a un mundo dónde nada se destruye ni se pierde, dónde lo
que pasa, ya ha pasado o volverá a pasar. Bajo estas condiciones el
niño de ojos mariposa piensa en utilizar de nuevo las altas flores a
modo de atalayas y así rastrear un horizonte que ondula a la luz de
sus siete lunas. Sus ojos aletean lejos, muy lejos y sus pasos
se vuelven lentos, muy lentos en la penumbra. En esta nueva tierra,
en este país desconocido nuestro niño de ojos mariposa se siente
más niño que nunca y sus alas se han hecho más grandes. No sabe su
porqué pero esta feliz, sus colores se han multiplicado como su
extensión y su forma se ha armonizado con el entorno. Altas flores,
inmensos pétalos y magníficas hojas cubren un paisaje dónde el
color lo determina la luna reinante.
Aquí la luz en verdad no es
luz, piensa el niño de ojos mariposa, es rocío de un amanecer que
nunca ha de llegar...
… entonces el niño de
ojos mariposa comprende lo que nunca ha ignorado. Comprende que este
no es un desconocido País, que no ha llegado tan lejos como creía
en un principio y que por mucho que quiera no puede hacer que sus
aleteos le lleven lejos, muy lejos. Comprende que para caer en una
tentación primero es bueno saber el pecado que se pretende redimir.
Comprende que allí todo es grande y comprende como las siete lunas
se armonizan con el eterno horizonte ondulado.
Ese día el niño de ojos
mariposa llega a las puertas de sí mismo y siente en su piel
esponja...
… el rocío de un amanecer
que ha de llegar.
Yo quiero ir con el niño mariposa...
ResponderEliminarQué bonito¡David.
Un beso.
Que bonito Mar...
EliminarBesos desde la raíz
Magia y belleza en busca de un tesoro fantástico: el conocimiento de uno mismo.
ResponderEliminarMuy hermoso.
Un beso.
El auténtico Conocimiento que bien vale una vida...
EliminarGracias Marisa, gracias por tu visita
Besos desde unos ojos
Me parece precioso imaginar a ese niño, me gusta su sensibilidad, lógico teniendo los ojos de mariposa.
ResponderEliminarEs bonito saber sentir las cosas, tener la piel esponja, y con seguridad ese niño conquistará ese país enorme, y todos los países que visite.
Encontrará ese rocío del amanecer...
Un beso.
Gracias Misterio...
EliminarTod@s los que queremos al niño de ojos mariposa esperamos lo mejor para él :))
Besos en este nuevo amanecer que acontece