Cuatro
pequeñas botellas de agua encabezan mi escritorio. Una está llena
de agua, una vacía, otra medio llena y otra medio vacía. Las cuatro
botellas de agua conforman un cuadro muy clarificador, muy personal y
muy íntimo. No sé porque las tengo en el escritorio y tampoco sé
porque las puse ahí aunque lo que sí sé es que son el fiel reflejo
de mi vida. Tanto el agua como el plástico como el tapón como el
vacío que hay en tres de ellas son una clara muestra de como ha ido
mi vida hasta el día de hoy. Podría dar una explicación sobre cada
una de ellas, el significado de su agua, de su plástico, de su tapón
y hasta del vacío que en tres de ellas es manifiesto pero no lo
haré, no es necesario. Estas cuatro pequeñas botellas me acompañan
cuando me siento en mi escritorio, cuando mi mente vuela y cuando mis
febriles manos no se pueden estar quietas. Estas cuatro pequeñas
botellas, rellenas de agua y vacío, son algo más que lo obvio, lo
sé, lo siento aunque dar una razón también es del todo
innecesario. Las he colocado en el encabezamiento, no en el lado
derecho ni en el izquierdo donde abunda el espacio, las he colocado
intencionadamente en el centro, a modo de recuerdo constante, de un
modo tan particular que cualquiera que las vea se sentirá intrigado
por su posición. Debo decir que sus formas no son normales, no son
las típicas pequeñas botellas de agua que puedes comprar en un
colmado o un supermercado cualquiera, tienen una forma excepcional
pues su contenido, a pesar de ser agua, también es excepcional. Lo
que más me gusta de estas pequeñas botellas no es su forma ni lo
que contienen por muy excepcional que sean, lo que más me gusta es
lo que representan pero dar una explicación sobre ello, como he
comentado antes, es del todo innecesario. Por último decir que este
cuadro clarificador que son las pequeñas botellas de agua que
encabezan mi escritorio es una señal para mi eterna mejoría, para
mi anhelada rectitud y para aprender, si esto es posible, que a veces
las cosas son como son a pesar de no estar de acuerdo al cien por
cien con ellas.
Una
está llena de agua, una vacía, otra medio llena y otra medio
vacía...
…
como la vida misma, sin otra explicación posible.
Y en ellas vida, que al final y sin explicaciones es el centro...
ResponderEliminarSaludos, David.
Totalmente de acuerdo... En ellas vida
EliminarBesos sin fronteras
La metáfora o la simbología de esas cuatro botellas no puede ser más clara. Me ha encantado. Creo que todos tenemos en nuestra vida (todos) esas cuatro botellas con idéntica cantidad de agua; incluso los que creen no tenerlas, las tienen. Unos las colocan a la vista y otros las ocultan, pero creo que la consciencia de su existencia es la clave para que al final más o menos queden rebosantes de agua las cuatro.
ResponderEliminarSiempre me sorprende tu originalidad y creatividad, David.
Un beso.
Es una metáfora efectivamente, en mí el agua es vida...
EliminarMe alegra leer que te gusta lo que escribo, viniendo de ti es todo un Honor
Besos con sabor a agua
Pues yo me he liado,corazón¡ pero sigues escribiendo, la mar de bien¡
ResponderEliminarBss
Jajajaja Mar siempre tan divertida y original en tus comentarios...
EliminarMe alegra tu presencia ;)
Besos a tu corazón
Una vacía, otra medio vacía, otra medio llena y la última llena.... Si las miramos en este orden la vida creo que va mejorando... Siempre en este orden, nunca al revés...
ResponderEliminarFantástica tu forma de transmitir... Como siempre me haces pensar...
Besinos siempre llenos!!! :))
El orden del que hablas sería el ideal pero la vida ya se encarga de que no sea así. No siempre la evolución personal es lineal (al menos eso pienso yo)
EliminarBesos de mayor a máximo por este orden
Pues sí... Las cosas son como son. En estos momentos lo sé,la vida me hace dar cuenta de ello.
ResponderEliminarNo es como me gustaría que fuera, no vivo lo que quiero vivir; pero sé que lo que vivo lo tengo que hacer así. Intento pensar en su significado, pero no lo encuentro, no encuentro razones. Y es que pocas cosas de la vida atienden a la razón.
Solo estoy dejando fluir...
Muchos besos.
Dejar que fluyan las cosas no esta nada mal asi la razón influye tanto...
EliminarLo mejor de la vida es su imprevisibilidad...
Besos que fluyen
Tan cierto como la vida misma ... y tan genial y creativo como siempre David,
ResponderEliminarBesos
Gracias Hanna...
EliminarEl agua es vida ;)
Besos con genio