Cada día que amanezco no es igual



Cada día que amanezco no es igual.

No siempre suenan melodías llenas de paz y tranquilidad. No siempre me despierta el suave sonido de las aves que anuncian el nuevo día y no siempre consigo despertarme con todo el sueño finalizado. No siempre un beso despierta mis sentidos por la mañana, no siempre unas manos queridas me acarician suavemente al inicio del día y no siempre el ser amado me susurra cerca, muy cerca del oído que ya es hora de despertarse. No siempre me despierto poco a poco y sin prisas, no siempre me pasa que guardo algo de esa calma onírica que me invadía momentos antes y no siempre la lentitud es la que acompaña mis primeros pasos. No siempre puedo estar mucho tiempo en esa zona intermedia entre el sueño y la vigilia, no siempre mi cuerpo adormecido se despierta lentamente y no siempre mis ojos se habitúan a la luz creciente de un modo natural y pausado. No siempre puedo recordar en esos primeros momentos lo que he soñado, no siempre salgo de la cama con paso descansado y sin rumbo y no siempre las sábanas atrapan mi cuerpo y me retienen un poco más. No siempre escapo de las nuevas redes llenas de veloz realidad que me prepara el nuevo día, no siempre disfruto de unos segundos interminables en la cama y no siempre puedo estirar mi cuerpo para irlo despertando al ritmo que él mismo me impone. No siempre me despierto cómo debería despertarme, no siempre el amanecer aparece ante mi primera mirada cómo tal y no siempre mi almohada me mantiene cautivo en mi prisión de sueño. No siempre siento cómo mi energía vital va recorriendo mi cuerpo poco a poco hasta alcanzar progresivamente su máximo, no siempre mis párpados son cómo el cierre de un bar de borrachos dónde la persiana sube y baja sin saber dónde quedarse y no siempre el montón de paja que tengo por cama consigue engullirme y hacerme suyo hasta el total despertar. No siempre me acompaña el bienestar en la mañanas de un nuevo día, no siempre son calmados y reposados mis actos y no siempre mi boca es algo ajeno a mi pensamiento en ese primer momento que señala otro amanecer. No siempre entro indirectamente y llamando relajado en la realidad naciente, no siempre respiro tranquilamente saboreando el aire que me envuelve y no siempre una mano amiga me siente a primera hora de la mañana.

Cada día que amanezco no es igual.



5 comentarios:

  1. No no son iguales en eso consiste la magia de un nuevo día
    Un beso

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  2. Cada día que amanezco no es igual; pero cada día está en tu mano el hacerlo " DIFERENTE"... :D

    ( Estoy segura de que una mano amiga siempre te SIENTE)

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  3. SIEMPRE HAY UN ALMA QUE TE AMA... NO MÁS

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  4. Hola 40añera...

    Mi escrito es una obviedad, esta claro pero es bueno recordarse que es así no vayamos a caer en ese terrible mal que es "la monotonía"...

    Gracias por pasarte :))

    Besos en forma de nuevo día

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  5. Watashi wa...

    Recuerdas.... SIEMPRE DIFERENTE :))

    Estoy contigo y para contigo... SIEMPRE HAY UNA ALMA QUE TE AMA :))

    No lo dudes... MZ SIEMPRE

    Besos en forma de inmenso Corazón, cómo el tuyo

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